jueves, 24 de noviembre de 2011

LA PUERTA - Marquesa Luna

Cada vez que oía girar dos veces la llave de la puerta de la calle, se echaba a temblar y terminaba meándose en la cama. A continuación escuchaba los gritos de su padre entremezclados con los sollozos de su madre. Esa escena se repetía a diario.

Su madre terminó suicidándose con una ingesta de barbitúricos cuando ella tenía doce años.

Ahora cuando siente girar la llave dos veces, sabe que después de que su padre cierre esa puerta abrirá la de su habitación, pero ella ya aprendió a controlar sus esfínteres, y también su rabia, dolor y asco… Sólo piensa en cómo hará para conseguir las pastillas que tomó su madre.

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